Las válvulas de contrapresión son un elemento necesario en un sistema de inyección de químicos. Esta válvula va colocada en la línea de descarga, luego de la bomba dosificadora y antes del amortiguador de pulsaciones.
Su función es mantener una presión constante (contrapresión), de utilidad principalmente cuando la bomba arranca con línea vacía o cuando se dosifica hacia un depósito de baja presión.
Trabaja de manera similar a una válvula de alivio, abriendo a una determinada presión, conocida como contrapresión. Pero en este caso, el líquido es aliviado hacia la línea de inyección en lugar de hacia el tanque de almacenamiento. Suelen ser muy parecidas y solo se diferencian en que la de contrapresión solo presenta dos conexiones, entrada y salida, en lugar de tres.
Las válvulas de contrapresión permiten que las bombas dosificadoras puedan operar con mayor precisión, pulsos constantes; y además, que puedan cebar en condiciones de arranque o por eventos de liberación de gases del propio químico.
Los niveles de apertura de una válvula de contrapresión deben ser amortiguados para evitar inestabilidades en la contrapresión y para evitar ruido de válvula.
La válvula de contrapresión, además de permitir el cebado de la bomba y la estabilización de la dosificación, también actúa como una protección anti sifón.